
Hoy en día llevamos ritmos de vida acelerados. Nos dejamos llevar por las rutinas y se nos pasa la vida volando.
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El estrés es necesario para mantenernos vivos y generar toda una serie de capacidades que gracias a él podemos llevar a cabo. Lo peligroso viene cuando no hacemos una buena gestión del estrés o nos exponemos a él en exceso. ¿Quién no ha tenido “rachas” de estrés emocional asociado a temas de amor, relaciones, familia, aceptación de uno mismo, presiones de todo tipo (laborales, sentimentales, sociales…)? Todo esto es inevitable en ciertos momentos de la vida. La cuestión es evitar que se mantenga en el tiempo. Si lo perpetuamos aparece el llamado “distrés”, más estrés del que la persona puede aguantar.
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¿Qué factores aumentan los niveles de cortisol?
- Dormir poco. Dormir menos de 6-7 horas provoca niveles más elevados de cortisol. Esto favorecerá la resistencia a la insulina i acelerará la actividad de la aromatasa y el aumento de la producción de estrógenos. Por consecuencia tenderás a comer más, a tener más apetencia por la comida procesada, a no sentirte saciado, a retener líquidos, podrás tener impaciencia y nerviosismo, dolor de cabeza o dolor premenstrual. No dormir lo que tu cuerpo necesita podría cronificarte estos síntomas.
- Los estimulantes. Por ejemplo la cafeína aumenta el cortisol que tendrá un efecto sumatorio con el cortisol producido por nuestro cuerpo de manera natural que podr
á alterar el ritmo de sueño-vigilia i el equilibrio del sistema nervioso.
- Abusar de los azúcares e hidratos de carbono refinados. Después de consumir alimentos que provocan picos de glucosa en sangre, nuestro páncreas lo equilibrará segregando insulina. Después de consumir algún producto azucarado refinado sufriremos un gran pico de glucosa con su correspondiente bajada brusca. Nuestro cuerpo, en esta situación, puede actuar de dos maneras: pidiéndonos que al cabo de un rato volvamos a consumir productos ricos en azúcar, o bien, si no puedes comer en ese momento, segregará cortisol para facilitar glucosa almacenada en el hígado para recuperar los niveles normales en sangre. Por lo tanto, cuantas más bajadas bruscas de glucosa produzcas por el consumo de pan, bollería, pasta, refrescos, etc., más picos de cortisol generarás en el cuerpo con sus respectivas consecuencias respecto a la aromatasa y los estrógenos.
¿Cómo podemos reducir el cortisol?
- Haciendo ejercicios de relajación, mindfulness, etc.
- Haciendo ejercicio físico anaeróbico (correr, caminar a buen ritmo, hacer bicicleta, etc.)
- Tomando probióticos que contengan buenas cantidades de las cepas Lactobacillus helveticus y Bifidobaterium longum. PegaStress, del laboratorio Pegaso, sería una opción. Estudios hechos con humanos han demostrado que estas bacterias intestinales reducen el cortisol. También es muy interesante comer alimentos que favorezcan el crecimiento de estas bacterias como por ejemplo quefir y arándanos.
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Mireia Checa Díaz Fisiorerapeuta y PNI Clínica